Educación financiera: ¿Cómo evitar estafas virtuales?

Con el avance de la tecnología, las estafas virtuales están cada vez mejor diseñadas y desarrolladas para engañarnos fácilmente. Un mensaje de texto, un correo electrónico, llamada o mensajes de WhatsApp que parecen inofensivos pueden robarnos el dinero e información sensible para ser usada en nuestra contra.

Sabemos lo que valen los frutos de tu esfuerzo, por eso queríamos hacerte una guía con las estafas virtuales más populares para que logres reconocer cuándo algo suena mal y evites un mal momento.

Phishing

El phishing es una forma de estafa que llega por sistemas de mensajería, como correos electrónicos, SMS y WhatsApp, en donde, de manera persuasiva, te incitan a hacer clic en algún enlace para que ingreses datos de pago, bancarios o cambios de contraseñas con el fin de hackear tus cuentas.

Generalmente, se presentan como si fueran bancos o las redes sociales que utilices, y la clave para no ser engañado está en verificar el remitente, chequeando que la dirección de correo no tenga letras omitidas o agregadas ni tenga errores ortográficos. También, podés compararlo con algún correo o mensaje de la misma empresa que te haya llegado previamente, para verificar si es igual o tiene diferencias.

De todas formas, un banco o un organismo público nunca te va a pedir que cambies tus datos personales o claves por internet a través de un enlace enviado en un correo, por redes sociales o un llamado telefónico.

Evitá las contraseñas predecibles

Sabemos que poner nuestro nombre o el de algún familiar o un número personal como DNI o dirección del hogar en las contraseñas es lo más fácil de recordar, pero una contraseña difícil con alguna combinación de números, letras y carácteres especiales (como #, * /, etc.) es lo más recomendado por los expertos de ciberseguridad.

Si siempre accedés desde el mismo dispositivo, podés elegir la opción de guardado automático o escribirla en algún lugar para poder utilizarla en otra ocasión a la hora de acceder.

Vishing

Esta modalidad se lleva a cabo por medio de llamadas telefónicas, en las cuales los delincuentes se hacen pasar por servicios u organizaciones con el afán de hacerte creer de que ellos tienen la solución para cierto problema. Generan cierta urgencia para lograr la obtención de datos personales, tarjetas de crédito o datos bancarios. Esta misma urgencia es la que debe despertarte las alertas de que algo no está bien.

Verificá las transferencias

A la hora de recibir una transferencia debés chequear que realmente haya sido enviada por el remitente, ya que existen aplicaciones falsas que aparentan ser las billeteras virtuales más reconocidas con las mismas funcionalidades de pago que te pueden engañar. Por eso, si recibís pagos de clientes, chequeá que el dinero haya sido acreditado refrescando la aplicación en tu pantalla o solicitando el comprobante de pago.

Textos mal redactados

Cuando recibas un correo o mensaje que te solicite datos personales, de pagos o te inciten a hacer clic en algún enlace, una buena técnica es leerlo varias veces para detectar errores ortográficos o alteraciones de url. Las empresas siempre envían sus comunicados o notificaciones con una redacción clara, sin errores y sus urls siempre tienen el nombre sin alteraciones en sus letras.

Verificá la autenticación

En WhatsApp, las organizaciones, empresas y bancos siempre tienen su perfil verificado con un tilde verde al lado de su nombre. Si sospechás que quien te llama o envía un mensaje dudoso es una estafa, debés chequear si tiene esta verificación y que sea una cuenta de empresa consultándolo en los detalles del usuario.

QRishing

Es una nueva modalidad de estafa que se aprovecha de la popularidad de los pagos por el método de QR. La trampa está en QRs originales manipulados por los ciberdelincuentes para que ingreses a webs o aplicaciones maliciosas. Una buena práctica, es no escanear cualquier QR, por ejemplo, si encontrás uno por la calle.

Desconfiá de las urgencias

Por último, una buena práctica para evitar una estafa virtual es desconfiar de las urgencias cuando recibís un llamado o mensaje. Los estafadores hacen esto para encender tus alarmas y confundirte. Aunque puede ser difícil no caer, cuando un contacto se demuestra apurado al pedir datos personales o bancarios podés sospechar que se trata de una estafa y cortar o bloquear inmediatamente.

En conclusión, caer ante una estafa puede ser muy fácil debido a lo convincentes y persuasivos que pueden ser los delincuentes, pero si prestás atención a las señales e interrumpís la comunicación cuando piden datos sensibles, podrás resguardar tu dinero y datos personales.

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