¿Cuál es la edad óptima de retiro para mantener una buena salud según los expertos?
Con los nuevos estilos de vida y los avances de la medicina, la expectativa de vida ha ido aumentando a través de los años. Sin embargo, la edad jubilatoria aún permanece intacta: ¿deberíamos modificarla? Conocé la opinión de los especialistas.
Primero, lo primero: ¿conocés la historia de los sistemas jubilatorios?
Allá lejos y hace tiempo (en Alemania en el año 1881, para ser más exactos) cuando el Canciller Otto von Bismark debió implementar la organización de los sistemas jubilatorios, se determinó que la edad adecuada para el retiro sería a los 70 años. Sin embargo, la esperanza de vida de la región en ese entonces era de apenas 38 años para los hombres y 35 para las mujeres. Entonces… ¿Bismark se equivocó? Más bien, todo lo contrario. En realidad, podríamos deducir que el objetivo de la decisión no era mejorar la calidad de vida de los alemanes, sino generar una nueva fuente de ingresos para que dicho Estado contara con más recursos.
El Canciller Von Bismarck se vió obligado a renunciar apenas unos meses después de que se aprobara esta sanción, aunque su marca permaneció intacta y las jubilaciones en Alemania -que desde 1916 empezaron a percibirse desde los 65 años de edad- fueron el modelo a seguir de otras naciones, sobre todo europeas y americanas: el presidente Roosevelt implementó en Estados Unidos la Ley de Seguridad de 1935, que incluía un paquete de beneficios (entre ellas, las pensiones y jubilaciones para los adultos mayores a los 65 años), en 1946 se creó la Ley de Seguridad Social en Inglaterra (que también incluía el beneficio de la jubilación desde los 65 años), y finalmente en el año 1949 el presidente Juan Domingo Perón creó el Instituto Nacional de Previsión Social (INPS) para administrar las jubilaciones y pensiones de los trabajadores de nuestro país, que hasta el momento se trataba de un beneficio que sólo podían disfrutar los trabajadores estatales o de algunos gremios específicos.
Sin embargo, tal como sucedió en la Alemania de Bismark, ocurre que las jubilaciones y pensiones fueron más bien una estrategia política en lugar de un beneficio real: en aquel entonces, la expectativa de vida era muchísimo menor y lo cierto es que muy pocos lograban sobrevivir para disfrutar su retiro. En otras palabras, había más aportantes que jubilados y el Estado salía ganando.
Pero eso cambió. Con los nuevos estilos de vida y los grandes avances tecnológicos y medicinales, la esperanza de vida ha aumentado muchísimo (16 años desde que la edad mínima se fijó a los 65 años), y la mayoría de los países se están replanteando si deberían incrementar la edad jubilatoria para poder asegurar un estilo de vida más activo para los adultos mayores y lograr sostener este sistema en el tiempo.
Desde un punto de vista racional y económico, además, aumentar la edad jubilatoria podría ser un gran beneficio para todos. Sin embargo… ¿sería sostenible en el tiempo? ¿y cuáles serían las consecuencias que podría sufrir nuestro cuerpo y nuestra psiquis? A continuación, te compartimos las distintas opiniones de los especialistas.
Un cambio de paradigma: de la esperanza de vida a la esperanza de vida laboral
Una posible solución sería dejar de prestarle tanta atención a los años de vida para poner el foco en nuestra salud y bienestar. Es decir, centrarnos en aquellos años en los que nos encontramos sanos y sin discapacidades que nos impidan trabajar o mantenernos sin ninguna ayuda estatal.

La edad de jubilación es un debate que se está dando en todo el mundo, y muchos creen que debería regirse por nuestra salud en lugar de ser una cuestión etaria. Fotos: Pexels.
Gal Wettstein, un prestigioso economista e investigador del Boston College, descubrió que aquellos norteamericanos que suelen gozar de una excelente estado de salud a los 50 años, podrían tener hasta 23 años más de vida sin ningún tipo de discapacidad y quizás hasta unos 8 años más conviviendo con algún tipo de discapacidad. Esto significa que la expectativa laboral actual real de los estadounidenses es, en promedio, de unos 73 años:
“Al alargarse la expectativa de vida, también aumentó la capacidad de trabajar”. “Esto se debe a avances médicos como también a cambios en la forma de trabajo”, afirma el Dr. Wettstein.
Continuando con esta línea de pensamiento, el Dr. Pinchas Cohen (decano de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad de California), afirma que: “una edad de jubilación menor de 65 años, no tiene sentido”, y que: “Incluso 65 es un número del siglo XX”. Y puede ser que tenga algo de sentido… ¿no?
Pero… ¿Qué sucede con la opinión de los especialistas en gerontología y salud mental? Lisa Renzi-Hammond, directora del Instituto de Gerontología de la Universidad de Georgia, afirma que “Para las personas que trabajan en este tipo de empleos, basados en el conocimiento, jubilarse a los 70 años también es razonable desde una perspectiva cognitiva”, y que “Nuestras facultades cognitivas las podemos mantener, por lo general, bastante bien hasta promediar esa edad. Entonces, si el momento de jubilación se establece en función de las capacidades o competencias de los empleados, no hay absolutamente ninguna razón para que sea a los 70 años”.
No hay dudas, entonces, de que sostener una vida activa por más tiempo podría mantener o incluso mejorar algunos de nuestros procesos cognitivos y evitar el deterioro físico y mental que sufren algunas personas cuando abandonan sus actividades laborales.
Pero no todos los trabajos son iguales…
Hay algo que se nos está escapando en esta breve discusión: no todos los trabajos son iguales, ni demandan el mismo esfuerzo físico. Incluso, algunos trabajos pueden acortar la esperanza de vida y afectar la salud de las personas. Sobre todo, esas tareas manuales y desafiantes o esos trabajos que requieren un estilo de vida demasiado demandante o estresante. Por ende, la experta en gerontología Renzi-Hammond también confirmó que: “si el trabajo es físicamente dañino y genera estrés y problemas para dormir, entonces retirarse es excelente”.
Además, nuestra esperanza de vida también está sujeta a muchísimos factores, como nuestra genética, el acceso a una alimentación nutritiva y saludable, nuestros hábitos de consumo, nuestro entorno… De este modo, la decisión de aumentar la edad mínima jubilatoria se complejiza ya que es difícil contemplar todos los trayectos de vida en un sistema tan amplio y abarcativo.
Ahora bien… Si nuestros estados serán capaces de resolver esta problemática, aún es una incógnita que parece no estar del todo resuelta.
Una solución más allá de la convencional
Cada vez más argentinos eligen confiar en soluciones alternativas a nuestro sistema previsional. Quizás, porque aún no es capaz de brindar la contención y las respuestas necesarias para que todos podamos disfrutar de un mayor bienestar durante nuestra etapa pasiva. Lo cierto es que las jubilaciones son un tema serio, que todos deberíamos analizar detenidamente antes de que se nos haga demasiado tarde.
Si de algo estamos seguros en Sincronicidad, es que el momento de pensar en nuestro futuro o porvenir es ahora. Por eso, creamos un plan 100% flexible y adaptable para que todos podamos contar con una mayor seguridad financiera y logremos retirarnos tranquilamente, pase lo que pase.
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Fuentes: Diario La Nación